Galería de fotos de Marcel Alvear

La Roca, de Marcel Alvear

Iba Julián caminando por una calle de su barrio cuando vio una casita muy bonita que estaba en venta: pensó: "Qué bien nos vendría a Marta y a mí esa casucha; allí viviríamos felices con nuestro futuro hijito." Pero Julián era pobre; tenía unas monedas nomás y las usó para comprar el diario y buscar trabajo. Anuncio: "Se busca gente para empujar roca." Fue y habló con el capataz, que le dijo: Ya hay 200 hombres empujando; el Presidente de la República quiere 201; patriotas, cristianos, honestos, y machos..." – "Pues yo amo mi Patria, Cristo es mi Maestro, soy intachable. y tengo mi gran escroto cubierto con abundante pelaje" – "Pues entonces Súmase a la fuerza!" Julián se remangó y empujó y empujó junto a los demás; estaba feliz. Al final de la jornada le pagaron con un bonito billete. Con este sueldo podría comprarse la casa y contraer matrimonio con Marta. Pero al cabo de unos días le preguntó al superior "Cuando empujo el cascote, a veces escucho gritos... ¿De dónde vienen?" – "De la gente que se aplasta." – "No entiendo.." – "La roca aplasta los extranjeros, los ateos, los haraganes y los maricas. Es el trabajo que se nos encomendó. i¿Aguna objeción?! Fijese que lo puedo reemplazar... ¡Hay muchos que buscan trabajo!" – "No... No... Yo siempre obedezco; pero Cristo nos enseñó que debemos respetar a nuestro prójimo..." – "¡¿Es usted católico?!" – "Sí señor." – "Pues si le molesta cumplir con su deber, vaya y confiésese." El domingo Julián fue a la capilla y se confesó; ahora podría ir al Cielo nomás. Al tiempo se casó, compraron la casa, tuvo un crío, mas un coche, un plasma, y una parrilla a gas –de esas que suena una chicharra cuando los chorizos están cocidos. Pasaron 45 años: se había confesado unas 2563 veces, rezado unas 25000 Avemarías y 30000 Glorias, y siempre fue absuelto por el cura. A los 65 años, Julián se jubiló: esa misma noche con gran estruendo golpearon la puerta. Era gente uniformada. "¡¿Julián Gomez?!" – "Así es..." dijo Julián en sus piyamas, un tanto incrédulo. Lo metieron en un coche y se lo llevaron. Lo tiraron maniatado en un camino junto a otros. "¡¿Qué mierda pasa?!" preguntó atónito. "¡Usted es un inútil holgazán improductivo!" – "¡Pero estoy jubilado!" – "¡Excusas y más excusas!" – Por la mañana Julián sintió que el suelo temblaba: al levantar la cabeza, pudo ver que una gran roca se asomaba por detrás del horizonte.

Dibujos por Marcel Alvear

Ensayos por Marcel Alvear

Ensayo: La Grieta, por Marcel Alvear

Estas líneas tocarán un tema distinto de la "zona".

Mencionaré brevemente la desconexión que puede producirse entre (antiguas) personas significativas debido a ideologías o diferencias de valores, como una forma de compartir con vosotros, si alguna vez habéis tenido experiencias similares (creo que Bob puede sentirse identificado, y muy probablemente Carol también).

"Caso 1": Mi (ex) amigo de Nueva York, Alberto, tiene ideas opuestas a las mías. Piensa que el Gobierno actual de Argentina es bueno, e hizo un montón de comentarios que a mi modo de ver son erróneos. Vive a 10.000 km de aquí, no ve las consecuencias de este imbécil de derechas pro-Trump, pro-militar, pro-Margaret Thatcher (etc), que ahora está haciendo tratos con la gente de BlackRock y miles de cosas similares. No puedo relacionarme con este tipo de mentes. Una amistad que se originó en el 72 está a punto de terminar. Incluso sospecho que Alberto apoyó el golpe militar argentino de los 70. No puedo lidiar con eso. Sería la tercera/cuarta persona, con muchos años de amistad, con la que desconectaré. Es triste. Pero sería un hipócrita si ignorara sus mentes y su forma de pensar. Y no puedo evitarlo.

Sentí lo mismo (por otras razones, pero que tienen que ver con los valores y la ética) hacia Patricio, una amistad de 40 años (!); mis primos Daniel y André - crecimos juntos; y Pablo, el compañero que conocí en la comunidad católica hace diez años – con el que tenía muchos puntos en común. Pero por una razón u otra, pasaron cosas y desaparecieron de mi mente, dejando una tristeza nebulosa. Es difícil porque tengo con estas personas algunas conexiones profundas y sentimientos similares/idénticos sobre ciertos temas y experiencias, así que es un suceso muy ambivalente.

Pienso en los tiempos que pasé con cierta gente (aparte de los mencionados, sólo conocidos), gente que ahora percibo como vacía, equivocada, con valores erróneos, incluso estúpida – como yo mismo era muy estúpido, de vez en cuando (suena pedante por mi parte, pero todos tenemos nuestros valores – y yo tengo los míos); miro atrás, y es como si a veces estuviera solo, hablando con una pared. ¡Por qué demonios me involucré con ciertas personas en charlas/argumentos sin sentido!

Lo que puedo recuperar de ello es la experiencia humana, como dijo Schopenhauer en una cita (esto es todo lo que sé de él...): "Cuando te encuentres con personas que no tienen ningún valor para ti, considera no obstante el encuentro como una experiencia enriquecedora al conocer mejor en qué consiste el ser humano". En otras palabras, La Comédie Humaine... Por supuesto, los demás me verán a MÍ como yo los veo a ELLOS... No soy ningún Mesías que defienda la verdad absoluta... ¿Quién tiene razón? ¿Quién se equivoca?

(Es bueno saber que quedan algunos en el campo con los que puedo jugar al fútbol... ⚽)

En cualquier caso, hace un día precioso y nublado, y es posible que pronto llueva.

Anoche grabé en vídeo mi melodía "Lluvia" mientras llovía, con algunos truenos, pero no salió demasiado bien... Los truenos suenan como si alguien estuviera moviendo muebles... Y hablando de eso, ayer volviendo a mi pad vi un destello brillante seguido del sonido de un enorme 💥. Eso estuvo cerca. Las fuerzas de la Naturaleza...

Me voy a dar un paseo, a tomarme un café en uno de mis kahvilat, y a seguir traduciendo "El Pastel" 🎂.

Cuidaos mucho. Respirad cada momento.

Café y lluvia; qué más necesitas para escribir poesía...

Vídeos de dibujos por Marcel Alvear